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Linea de investigación Mortalidad

Blood-based biomarkers in centenarians and non-centenarians: a matched, population-based retrospective cohort study using primary care records in Catalonia, Spain

Moreno MA, Vidal-Alaball J, Saez M, Barceló MABiogerontology 2025; 26:115. doi: 10.1007/s10522-025-10258-3 (Impact Factor: 4.100, GERIATRICS & GERONTOLOGY 19/73 Q2).

El aumento global de la esperanza de vida ha suscitado un creciente interés en los factores que contribuyen a una longevidad excepcional. Entre 1990 y 2015, el número de centenarios en todo el mundo se multiplicó por más de cuatro.

 

Este estudio tuvo como objetivo analizar la relación entre los biomarcadores sanguíneos y la probabilidad de alcanzar los 100 años en Cataluña (2015-2022), y examinar cómo las variaciones de los biomarcadores durante la COVID-19 afectaron la longevidad.

 

Mediante un estudio de cohorte retrospectivo basado en historias clínicas electrónicas de atención primaria de Cataluña, comparamos a centenarios con personas de 92 años o más que fallecieron antes de cumplir los 100 años. Analizamos biomarcadores de anemia, colesterol, glucemia, función renal y función hepática. Empleamos múltiples estrategias para controlar los factores de confusión, incluyendo el emparejamiento sin reemplazo, el ajuste por factores de confusión observados a nivel individual y contextual, y por factores de confusión no observados, en particular la dependencia espacial.

 

Nuestros hallazgos revelan que los centenarios presentan mayores tasas de enfermedades crónicas, mayor desventaja socioeconómica y mayor desigualdad vecinal en las zonas urbanas. Biológicamente, la longevidad se relacionó con niveles intermedios de ferritina y colesterol, junto con niveles más bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico. El equilibrio glucémico, indicado por la HbA1c y la glucosa en ayunas, se reveló como un factor clave para la supervivencia a la vejez extrema. Además, las mejoras en los biomarcadores durante la pandemia se correlacionaron con una mayor probabilidad de alcanzar la edad centenaria.

 

Estos resultados enfatizan la compleja interacción entre factores biológicos, conductuales y contextuales que determinan la longevidad. Si bien los biomarcadores brindan información valiosa, son indicadores insuficientes del envejecimiento saludable. Las investigaciones futuras deben integrar múltiples dimensiones, entre ellas, los factores ambientales y sociales.