Nuestro objetivo en este artículo fue proporcionar evidencia sobre la asociación entre el uso de inhibidores de la bomba de protones y la incidencia de enfermedad renal crónica, así como averiguar si existía una relación entre la enfermedad renal crónica y la dosis y el tiempo de exposición a los inhibidores de la bomba de protones.
Observamos que el uso de inhibidores de la bomba de protones se asociaba a un mayor riesgo de enfermedad renal crónica. Esta asociación es mayor para dosis altas y se hace evidente tras tres meses de exposición.
Desde el punto de vista estadístico, cabe destacar que, en este artículo, se utiliza, por primera vez a nivel mundial, la aproximación INLA, dentro del enfoque Bayesiano, para realizar inferencias en un modelo Andersen-Gill. Estos métodos estadísticos nos permiten minimizar problemas metodológicos no contemplados en otros estudios, como la existencia de riesgos no proporcionales, la heterogeneidad individual, tanto constante como tiempo dependiente, así como la presencia de factores de confusión no observados.